Osman Nuri Topbaş Efendi (Hafizahu Al.lah) acerca del Ney dice: "El Ney (flauta) que se menciona en los relatos de Rumi, representa, de hecho, al hombre perfecto (Insan-i Kâmil). Las distintas estaciones por las que pasa el junco desde su lecho hasta convertirse en ney, ilustra el proceso de maduración que debe seguir el ser humano; las etapas de purificación del nafs (el yo básico) y el refinamiento del corazón.
De la misma forma que el ney es cortado del lecho de juncos y esa separación le produce un intenso dolor, el hombre perfecto, que llega del reino de las almas y entra en un cuerpo hecho de barro, conocido como la jaula de carne, añora su estado original. Esta añoranza conduce al ser humano a una disciplina ascética (riyâda), a la meditación (murâqaba), a la reflexión (tafakkur), al amor Divino y a las tribulaciones hasta que alcanza la madurez y la perfección".
Maulana Rumi (qaddasa ’Llâhu sirrahu) escribió en su Masnavi:
¡Escucha este ney, cómo está cantando melancólicamente!
Por la separación, se está quejando:
* * *
«Desde que me arrancaron del cañaveral,
Todos los ojos que se fijan en mi llanto derraman lágrimas que jamás quedan secas.
* * *
Deseo un corazón rasgado, rasgado por la separación,
De modo que pueda compartir el dolor de la lamentación:
* * *
Todo aquél que se ha separado de su origen,
Añora siempre el momento del reencuentro.
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En cada compañía, sollocé y lloré,
El miserable y el feliz intentaron entablar amistad conmigo,
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Cada uno trabó amistad conmigo de acuerdo a su entelequia,
Sin embargo ninguno ha intentado descubrir los secretos hundidos en mis profundidades.
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Aunque mi secreto no es nada más que mi llanto,
Sin embargo no se manifiesta a los sentidos,
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No se oculta el cuerpo del alma, ni el alma del cuerpo,
Sin embargo a ningún ojo mortal se le ha permitido contemplar el alma».
* * *
El sollozo del ney no es mero aire sino fuego,
¡Que se considere malogrado aquel que carezca este fuego!
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Son las llamas del amor en este ardor del ney,
Es el fermento del amor en este vino extático.
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El ney es el más confidente de todos los que se separaron del Amado,
Sus tonos sollozantes fragmentan los velos de los corazones profundamente cubiertos.
* * *
¿Quién ha visto una triaca y un veneno como el ney?
¿Quién ha contemplado un amante anhelante y un verdadero compañero como el ney?
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El ney canta de una manera manchada de sangre,
Habla del amado para quién el corazón de Majnun sangró.
* * *
Nadie sino el inconsciente amante es confidente de esta comprensión,
Ya que no hay comprendedor de esa lengua excepto el oído (del místico).
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En nuestra añoranza los días se convirtieron en noches,
Las noches se unieron con ardorosas emociones.
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Si han pasado los días dolorosos, no nos importa,
¡Quédate con nosotros, oh Aquél que no tiene par en la pureza!
* * *
Todo el mundo es saciado de agua excepto el pez en dicho medio,
Y alargan los días de aquellos que carecen de alimentos diarios.
* * *
El inmaduro no puede comprender el estado del maduro,
Entonces hay que terminar el discurso y despedirse, ¡adiós!
«Masnavi», Vol. I, 1-18.
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